domingo, 7 de abril de 2013

¿Qué escuela queremos?



Este es el título de un proyecto realizado en Didáctica, con el cual, y a partir de una serie de preguntas, hemos entrevistado en nuestro caso a Fernando J. Lopez, profesor de secundaria, con el objetivo  de reflexionar y ahondar más en el tema a través de sus opiniones.

En las preguntas hemos abordado principalmente los siguientes temas: La familia y su implicación en la escuela, la formación de los docentes y la LOMCE.

Sobre la relación familia-escuela, Fernando piensa que los profesores han dejado de lado esa relación, que han preservado su espacio, lo que ha dado lugar a un grupo de antagonistas en lugar de cómplices. Pienso que es imprescindible mejorar la comunicación entre la familia y la escuela, puesto que ambos persiguen un mismo objetivo: la educación del alumno. Solo trabajando de forma cooperativa conseguirán un mayor rendimiento académico.

 En cuanto a la LOMCE, destaca tres aspectos críticos:

 En primer lugar, olvida la diversidad, la cual es una de las grandes carencias de nuestro sistema. Se saca a quien es distinto, impidiendo que muchos alcancen un futuro mejor. Atender a la diversidad es fundamental para conseguir que todo el mundo alcance el éxito escolar. Además, es algo que nos enriquece a todos, puesto que refuerza la heterogeneidad, aumentando el conocimiento y el respeto hacia quien es distinto.

 En segundo lugar, es una ley mecanicista que no valora la creatividad y que aspira a exámenes constantes, pruebas que dificultan el aprendizaje, ya que memorizamos información, en los mayores casos inservible para nuestro futuro,  para vomitarla en los exámenes y olvidarla a los pocos días.

 Y por último, hace un desprecio a las humanidades, que se están quedando en un lugar casi inexistente. Y estoy de acuerdo con él en que son fundamentales para entender nuestra cultura y para explicarnos a nosotros mismos.

Con respecto a la formación de los docentes, Fernando opina que la mejor forma de aprender es en la práctica, estando en contacto con los alumnos, a través de las experiencias del día a día.

Para mejorar la escuela de hoy, Fernando J. Lopez opina que se necesita por un lado una mayor autocrítica, de la cual nazca una unión que nos haga más fuertes, y por otro lado, perder una cierta beligerancia. Cuando nos demos cuenta de que la educación es un problema y una prioridad para todos, es cuando quizás las reformas sean planeadas por gente que esté dentro del sistema y sepa de lo que se está hablando.

Concluyendo y respondiendo a la pregunta de mi título, queremos una escuela de todos y para todos, donde la familia y los profesores actúen conjuntamente en beneficio de los alumnos. Una escuela que fomente el  pensamiento crítico y creativo. Una escuela que apoye la diversidad, y que potencie lo mejor de cada alumno.

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